El especialista en previsión social Gustavo "Tato" Serebrinsky consideró al Programa de Reparación Histórica lanzado por el Gobierno nacional para los jubilados como "un avance" aunque reconoció que "no va a ser rápido" y pidió "bajar la ansiedad".
El ex diputado nacional y especialista en temas de previsión social, Gustavo “Tato” Serebrinsky, explicó que el Programa de Reparación Histórica destinado a los jubilados e impulsado por el Gobierno nacional tiene que ver “con bajar la litigiosidad que viene manteniendo la Anses por más de 20 años, lo que implica terminar con la cantidad de juicios y demandas que tienen”.
Dentro de ese panorama de litigios hay “unos 350 mil jubilados, que llegan a 400 mil si sumamos a las Fuerzas Armadas. Pero específicamente hay 350 mil juicios, entre los que tienen sentencia firme y los que están iniciados en diferentes etapas”, señaló.
“En principio -añadió- se les va a proponer un acuerdo. Aquellos que ya tienen sentencia firme, 40 mil jubilados, que ya terminaron de deambular durante muchos años por tribunales, Anses los va a tener que liquidar”.
En referencia a los montos a pagar, el especialista estimó que “juegan muchas cuestiones, retroactivos, entonces la Anses propone pagarles el 50 por ciento en efectivo y el otro en 36 ó 48 meses dependiendo de las características de la demanda, trimestralmente”.
Serebrinsky, en ese sentido, aseguró que “no será ligero” y consideró que se dará prioridad a “los mayores de 80 años y con problemas de enfermedad grave. Tratamos de incluir a gente que sin tener enfermedades graves tiene una situación complicada, como la familia a cargo o que le van a rematar la casa”.
Y, en referencia a los casos con sentencia firme, manifestó que “implica muchos millones de pesos”.
Idas y vueltas
En tren de analizar el panorama de la seguridad previsional, el ex diputado consideró que “el sistema judicial también está desbordado. Los expedientes se mandaron a Cámaras de de diferentes distritos, que ya tenían sus problemas y le agregaron esto, pero no les mandaron los recursos a los jueces, como la informatización o el recurso humano capacitado. A los expedientes hay que seguirlos uno por uno, porque no hay dos vidas laborales iguales”.
Aunque consideró a la medida implementada por el gobierno encabezado por el presidente Mauricio Macri como “un avance muy importante”, advirtió que “no es el ideal, porque no deja de ser un parche” y estimó que “esto va a ser lento. Hay que calmar la ansiedad de los jubilados, porque va a tardar dos años o más”.
“Hay aproximadamente -agregó- 2 millones de jubilados que no iniciaron nunca una acción judicial pero se les va a recomponer el haber. Van a plantear un acuerdo con Anses y habrá que homologarlo en la Justicia”.
Precisamente, los juicios contra la Anses comenzaron como un proceso de los jubilados para reclamar un pago más justo porque estaban mal hechas las liquidaciones de haberes.
Pérdidas
“La década del ’90, en materia de seguridad social, fue una década pérdida”, definió el especialista, debido a que no sólo “se privatizaron las jubilaciones, sino a que durante 10 ó 12 años se habían congelado las jubilaciones”.
En ese sentido, manifestó que “el anterior gobierno hizo que el sistema sea mucho más solidario, se incluyó a mucha gente, pero además el sistema debería ser justo, como es en todas partes del mundo. No puede ganar lo mismo aquel que trabajó los 30 años o más que exige la ley que quien se jubiló por una moratoria o sin aportes. Esta situación fue injusta”.
Precisamente, esas circunstancias empujaron a los reclamos judiciales y creció la “tensión y la litigiosidad”, pero en la opinión de Serebrinsky eso se está “revirtiendo, porque de 6.700.000 jubilados, habrá 2 millones y medio aproximadamente que van a tener una recomposición salarial”.
“También estamos reclamando -aseguró-, con diferentes sectores, que se actualice la mínima, que es de 5 mil pesos”.
En tanto, a los jubilados que “ya tengan el juicio iniciado” les recomendó que “vayan a ver a los profesionales antes de firmar un acuerdo” y si bien la medida no se acerca al tan proclamado 82 por ciento móvil, estimó que “es más razonable a lo que se cobra, pero igual no deja de ser un parche”.
La medida, a su entender, ayudará a “activar el mercado interno de Mar del Plata”, debido a la gran cantidad de jubilados instalados en la ciudad aunque mostró dudas sobre “cómo se implementará y cómo será en la práctica”.